Los bedollines viven en cuevas alejadas de la civilización, para que nadie pueda verlos. Les gusta la humedad y su papada regula su temperatura corporal, de unos 25 º centígrados.
Comen restos de comida que encuentran tirada por el bosque o las alcantarillas, sin importarles de donde venga.
Son de color oscuro, habitualmente negros, y su pelaje es suave. Sus ojos son tan minúsculos que no pueden ver casi a través de ellos.
Sin duda los bedollines van a dar mucho que hablar en el futuro, puese se reproducen con una rapidez asombrosa.